Restitución del orden democrático

Pequeña guía para comprender los últimos 4 años de Bolivia. 

En este artículo realizaremos una cronología que va desde la reelección de Evo Morales, pasando por el golpe de estado blando que colocó de presidenta interina a Jeanine Áñez Chávez y llegando a la asunción del nuevo presidente electo Luis Arce. Esta transición y vuelta democrática está signada por la lucha de poderes tanto simbólicos como materiales que históricamente han confrontado a Morales. Es una disputa que trasciende estos cuatro años que hemos segmentado pero, de alguna forma, todas estas tensiones con distintos actores sociales bolivianos estallaron a partir del 2016.   

2016 Voto del pueblo por el referendo

El primer mandato del presidente boliviano Evo Morales empezó en enero de 2006. Si bien la Constitución de Bolivia permite dos mandatos consecutivos, en 2014 pudo volver a presentarse gracias a un fallo del Tribunal Constitucional que consideró que su primer presidencia no contaba ya que el país había sido refundado en el 2009 como Estado Plurinacional.

Luego de 12 años de mandato presidencial y en busca de poder presentarse en los comicios del 2019, Evo propuso un referéndum en el cual se llamó al pueblo a aprobar o no un cambio en la constitución que le permita volver a candidatearse. Con el 51,3%  el «No» se impuso  frente al 48,7%  del «Sí». El proceso se desarrolló sin incidentes, pero ante la demora en el recuento surgieron denuncias de corrupción e irregularidades en las urnas por ambas partes.

2017

A pesar de los resultados obtenidos en el Referéndum, el Tribunal Constitucional boliviano dictaminó un controversial fallo en noviembre de 2017. Que decía que tanto Morales como el resto de las autoridades y aspirantes a cargos públicos se podrían presentar y ser reelectos de manera indefinida.

Dicha sentencia surge ante un recurso presentado por miembros de la bancada del partido de Morales en la Asamblea Legislativa Plurinacional (similar a nuestro Congreso) en el que reclamaban que la Constitución limitaba los «derechos políticos» de las personas. Y fue reafirmada por el magistrado del TCP (Tribunal Constitucional Plurinacional) Macario Cortez que explicó que se decidió «declarar la aplicación preferente» de los «derechos políticos» por encima de los artículos de la Constitución que limitan la cantidad de veces que una persona puede ser reelecta.

2019

Elecciones: Evo reelecto

Evo Morales y otros ocho candidatos opositores confirman sus candidaturas en las primarias del 28 de enero. Esta votación se hace para formalizar los candidatos presidenciales de cara a las elecciones de octubre, como una especie de PASO argentina. El partido oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) fue el más votado con una amplia diferencia respecto a sus ocho competidores, los cuales recibieron un respaldo en las urnas menor al 7 por ciento.

La jornada de elecciones concluye unos meses después, el 20 de octubre, de manera tensa y con denuncias cruzadas ya que se interrumpe la transmisión del cómputo y la oposición acusa al oficialismo de cambiar la tendencia del voto para favorecer a Evo Morales y evitar  una segunda vuelta ante el candidato , y expresidente, Carlos Mesa. 

Sin embargo, el 1 de noviembre, en medio de esta ola de protestas sociales y huelgas en las ciudades que denuncian fraude, el Tribunal Supremo Electoral avala la victoria de Evo Morales en primera vuelta y de esta manera el mandatario revalida el cargo. 

Golpe de Estado

Luego de este episodio la Organización de Estados Americanos (OEA) publica un informe preliminar que señala irregularidades “muy graves” en el cómputo. En efecto, la OEA informó que el proceso electoral del 20 de octubre había tenido irregularidades en varios de sus aspectos, por lo que no podía afirmarse que Morales había resultado ganador en primera vuelta. Ante eso, el llamado del organismo fue a realizar nuevas elecciones en el país. 

Sectores opositores

En paralelo, surgen protestas sociales urbanas contrarias al gobierno que pasaron a conocerse como la “revolución de las pititas”.  El grupo de las Pititas, integrado en su mayoría por la clase media y alta de Bolivia, estaba liderado por dos referentes: el ex presidente Carlos Mesa y el empresario ultraconservador Fernando Camacho. Su nombre se lo deben a un bautismo involuntario de Morales al burlarse de su técnica de bloqueo de las calles con pititas (unas sogas finas); que luego adoptaron con orgullo como propio. 

Amotinamiento de diferentes unidades de la Policía Nacional de Bolivia, que comenzó en varias ciudades del país hasta llegar al centro de La Paz. Así el epicentro del poder político nacional quedó liberado para ser tomado por los grupos de oposición.  

Junto con eso tuvo lugar una escalada de acciones violentas contra medios de comunicación del Estado, como Bolivia TV y la Radio Patria Nueva, así como contra dirigentes: fueron incendiadas las casas de los gobernadores de Chuquisaca y Oruro, así como de la hermana de Evo Morales, Ester Morales Ayma.

Entre el 20 de octubre y el 27 de noviembre un total de 32 personas pierden la vida en enfrentamientos violentos que se dan en protestas antigubernamentales debido a la represión que lleva adelante las fuerzas de seguridad. Ante estos hechos la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) califica de masacres las muertes ocurridas en el barrio alteño de Senkata y en la localidad de Sacaba.

Muchos ministros renunciaron denunciando que sus casas fueron quemadas y los opositores mostraban a los tres muertos de los enfrentamientos entre grupos civiles como prenda de indignación frente a lo que llamaban la “dictadura”.  Varios políticos oficialistas dejan sus puestos de trabajo: renuncia el ministro de Minería, César Navarro, luego de que denunciara que le atacaron la casa; renuncia el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez; y el diputado David Ramos luego de que fuera tomada su casa. 

Las protestas continuaron y la situación se agravó aún más cuando las Fuerzas Armadas le sugirieron a Evo que deje el cargo. Y lo hicieron mientras leían un comunicado que anunciaba: “la ejecución de operaciones militares aéreas y terrestres para neutralizar a grupos armados que se encuentran actuando fuera de la ley”. Con el respaldo de los movimientos opositores. Incluso Camacho agradeció públicamente a la Policía Nacional, así como a las Fuerzas Armadas y, en particular, al general Kaliman.

Esta sucesión de levantamientos violentos de distintos actores sociales culmina cuando Morales renuncia presionado por el ejército, grupos mediáticos y sectores económicos concentrados tras haber gobernado el país por 13 años, 9 meses y 18 días.