Utopías revolucionarias

“Un viaje hacia las utopías revolucionarias” Manuel Gaggero.

Un viaje hacia las utopías revolucionarias (primer tomo) de Manuel Gaggero es el último libro editado por De la Comarca. Gaggero narra en él los intensos momentos que le tocaron vivir en una época de nuestro país marcada por la persecución y terrorismo de estado.

Manuel nació en 13 de octubre de 1940 en Paraná, Entre Ríos. Militó en la Unión de Estudiantes Secundarios en 1954 y luego en la Juventud Peronista entre los años 1955 y 1958. En el año 1962 viajó a Cuba como parte de un proyecto de Alicia Eguren, John William Cooke y Ernesto «Che» Guevara para formar parte de un Frente que iniciaría la lucha armada en la Argentina. Fue abogado de la CGT de los Argentinos en 1968, preso político en 1970 y cofundador de Frente Antiimperialista y por el Socialismo (FAS). Tuvo el cargo de Director del Diario el Mundo en el año 1973. Actualmente escribe en Argenpress e impulsa proyectos dirigidos a fomentar la unidad del campo popular.

Accedió a darnos una entrevista donde nos cuenta sus inspiraciones, búsquedas y deseos en tanto escritor y militante. Nos da su mirada sobre la reciente historia de nuestros pueblos y nos adelanta una definición sobre las utopías revolucionarias.

Con una lectura veloz de tu biografía podríamos decir que sos muchas personas a la vez: militante de la Juventud Peronista, abogado de la CGT, cofundador del frente Antiimperialista, Director de diario. ¿En qué lugar te encontrás hoy? ¿con qué rol te sentís más identificado?

Me siento identificado con el rol que  siempre tuve el  de militante popular comprometido  con la Liberación Nacional y  el socialismo.-Hoy eso pasa por apoyar a la CTA Autónoma  que  encabezan Pedro y Godoy y  participar en  las luchas populares por Memoria, Verdad y Justicia,  acompañar a los que plantean el no pago de una deuda externa ilegítima, a los que enfrentan la minería contaminante y  defienden un medio ambiente sano y a las y los que reivindican los derechos y la igualdad de los sexos y rechazan toda demonización de la diversidad.

Tenes un gran recorrido profesional y militante en el campo de los derechos y la unidad popular, seguramente estas experiencias te nutrieron para narrar hoy las historias de tu libro, ¿fueron también las que te llevaron a despertar tu faceta de escritor? 

En realidad, siempre a lo largo de mi vida escribí, dirigí un diario en el que cada tanto producía una editorial y revistas en las que en cada número había una nota mía.

En el exilio también realicé una intensa actividad como periodista dirigiendo la Revista “Denuncia” que se editaba en los Estados Unidos y haciendo una columna diaria de política internacional en Radio Sandino en Nicaragua. No me considero un escritor, intento trasmitir mis puntos de vista mediante la palabra escrita.

¿Cómo definirías tu libro? ¿Qué te inspiró a escribirlo? ¿Cuál fue la búsqueda?

Mi libro, del que esta es una primera parte, es una mirada de la Argentina y de los sucesos que se dieron en nuestro país entre los años 1950 y 1984. En realidad, me llevó a escribir la necesidad de trasmitir los intensos momentos vividos. He pasado por diferentes situaciones: persecución, clandestinidad, la muerte de mi hermana Emilia Susana asesinada por el Terrorismo de Estado el 29 de marzo de 1976. El secuestro y la desaparición de mi cuñado Luis Enrique Pujals en septiembre de 1971. Y por otro lado la alegría de participar en un proceso como el de nuestra lucha revolucionaria y el de la Revolución Sandinista de Nicaragua. En realidad, buscaba reencontrarme con la historia y con los miles de compañeros queridos que dieron su vida por los cambios que todos añoramos.

 ¿Cómo se describe esta historia reciente de nuestros pueblos? ¿Qué importancia le das a los movimientos revolucionarios del 70 en la conformación de los modelos políticos de la actualidad? 

Esta historia reciente, la de las generaciones de los 60 y 70 se define por ser el único momento en la historia de nuestra Patria en el que se interpeló el poder real. En general lo que se discute es la “administración” pero las decisiones las toman los que tienen el poder; el sector financiero y el Imperio. Nosotros nos planteamos que la cuestión no pasaba por puestos en el Congreso o en el Ejecutivo sino por disputar el lugar en el que están los que deciden. Hoy nuestra experiencia y la derrota les debe servir a las nuevas generaciones para retomar aquella lucha. Las construcciones políticas en la actualidad deberán tener en cuenta este legado ya que de lo contrario serán más de los mismo y reproducirán los modelos que dejan intacto el sistema dominante.

Cómo definirías una utopía y una utopía revolucionaria. ¿qué características debe tener?

Una utopía es lo que nos permite transitar la vida evitando que ella como dice el poeta “no sea un tránsito hacia la muerte “. Se trata de los proyectos que te movilizan que te hacen seguir viviendo. En el caso de las utopías revolucionarias es el sueño posible de aspirar a una sociedad de iguales, más humana, sin explotados ni explotadores. Una sociedad socialista solo posible en un país Libre en el que todos construyamos nuestro destino.

COMPARTE