Producción periodística de Mariano Vazquez y Marcelo Paredes.
Tras la victoria en las urnas de su fuerza política, Evo Morales retornó a su Bolivia, de la que había tenido que huir para salvar la vida. Una larga caravana atravesó el territorio hasta ser recibido por una multitud en el mismo aeropuerto de Chimoré, por donde había logrado escapar perseguido por la dictadura. Un recorrido que será parte de la historia continental, y que aquí revivimos.
No alcanza la vista para calcular la multitud que recibió en el aeropuerto de Chimoré al ex presidente Evo Morales. Como revancha de la historia, volvió al sitio exacto en donde un año atrás partía al exilio.
La localidad de Chimoré, ubicada en el Trópico de Cochabamba, en el centro del país, fue testigo del amor de un pueblo para con su líder. Una multitud comenzó a llegar desde la madrugada al aeropuerto para celebrar el retorno del primer presidente del Estado Plurinacional de Bolivia. La emoción y euforia se expresaba en los rostros, bailes y lágrimas que se masificaron cuando Evo subió al escenario. Se trata de una victoria heroica del pueblo boliviano que en apenas 11 meses logró revertir un golpe de estado que pretendió desparecer al Movimiento Al Socialismo (MAS) y a su líder.
“Un año atrás salimos del aeropuerto de Chimoré y dijimos que volveríamos millones. Aquí estamos los millones hoy”, bramó Evo en la tierra en la que se forjó como dirigente sindical de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba y en donde fundó al MAS. Y agregó: “En menos de un año hemos recuperado la democracia, hemos vuelto al Gobierno, eso es algo inédito, histórico, único en el mundo”. También les mandó un mensaje irónico a los golpistas: “Los salvajes nuevamente estamos en el gobierno, estamos en el poder”.
“Somos un pueblo organizado, movilizado, que ha demostrado en corto tiempo que se puede cambiar Bolivia. Pero también esta lucha no solamente es interna, es una lucha internacional, una lucha interplanetaria; esa es la gran responsabilidad que tenemos si tenemos compromiso con la vida”, sostuvo al tiempo que llamó a enfrentar “a la OEA”.
El ex mandatario expresó su agradecimiento “al pueblo argentino, al (presidente) Alberto Fernández, a los hermanos de Argentina, de CTA, de ATE, de los trabajadores, parte de mi vida se queda en Argentina, en estos 11 meses me sentí acompañado”.
Por su parte, Álvaro García Linera recordó que «un año de infamia se apoderó de nuestra patria. Mataron a hermanos. Quemaron la casa de Evo. Mataron en Senkata y Sacaba. Y una pandilla de ladrones se apoderó del Estado. Tienen nombre: (Jorge) Quiroga, (Carlos) Mesa, (Jeanine) Añez, (Arturo) Murillo. Toda la escoria de la historia».
Uno de los puntos más emotivos fue en el momento en que García Linera, quien había tomado un puñado de tierra del Chapare cuando partían al exilio en una avión de bandera mexicana, se la dio a Morales para que la vuelva a esparcir sobre el suelo cochabambino.
Evo llegó al Trópico de Cochabamba tras protagonizar una caravana que comenzó tres días antes en Villazón, a donde arribó acompañado por el presidente argentino y fue arropado por el amor de su pueblo, pasó Atocha, Uyuni, Villa Mulato, Serayuvo, Orinoca, su pueblo natal, Oruro para finalizar en el aeropuerto de Chimoré. La muestras de afecto y admiración más la masividad en cada uno de los actos demuestra la centralidad del líder indígena en la política boliviana.
“Nunca me sentí abandonado en un año y esta es la muestra. A nombre de todos los perseguidos, de las familias masacradas, de compañeros procesados, decirles muchas gracias hermanos, Bolivia nuevamente ha triunfado gracias a la unidad del pueblo boliviano”, subrayó Evo.
Litzi Sequeiros, representa a las colectividades de Trancas, San Miguel y Lules en la provincia de Tucumán, nacida en la localidad boliviana de Tupiza y residente en la Argentina, integra la delegación de la CTA-Autónoma, ATE y CLATE que acompañaron la caravana de retorno.
Agradeció al ex presidente “porque este año con el gobierno de Facto, recién en la última semana y gracias a las gestiones de Evo Morales, pudimos conseguir una autoridad electoral y en tiempo record nos organizamos para poder votar. Fue fundamental la ayuda de Marcelo Sánchez, secretario general de ATE-Tucumán y de María Alejandra Muntaner de la seccional Yerba Buena tanto en logística y transportes para que mis compatriotas fueran a votar pese al Covid-19 y al paro de transportes”, rememoró Litzi.
La travesía de retorno de Evo a su patria “fue un experiencia hermosa y emocionante y me permitió entender que el MAS-IPSP es mucho más que un partido, es un movimiento popular, lleno de jóvenes que trabajan para el bien común y que le dio una lección al mundo de cómo se defiende la democracia”, manifestó.
La misma definición fue la que usó el ex embajador de Bolivia en Argentina durante el gobierno de Morales, Santos Tito, quién se cruzó con la comitiva argentina en el almuerzo de homenaje realizado en el estadio de Chimoré, tras el acto en el aeropuerto: “Es un hecho inédito en la historia de Bolivia y en la historia latinoamericana. Un hecho que es difícil de entender sin la figura de Evo que no solo es un líder aquí en Bolivia sino que demostró serlo en toda Latinoamérica”.
Tito que, como tantos funcionarios, políticos y militantes bolivianos se fueron a refugiar en Argentina escapando de la represión golpista, no quiso olvidarse de quienes fueron solidarios: “Quiero agradecer la solidaridad del presidente Alberto Fernández, de todo el pueblo argentino, de ATE y la CTA-Autónoma que cobijaron a tantos hermanos y hermanas”.
El cruce del puente
Uno de los momentos más emotivos ocurrió cuando el presidente Alberto Fernández acompañó a Evo hasta la mitad del puente internacional que une a las localidades de La Quiaca y Villazón. Apenas ingresó a su país, fue abordado por una multitud que quería estar cerca de él. Un estruendoso “Evo, Evo” inundó el ambiente.
Los amautas (máximas autoridades originarias) le brindaron una ceremonia tradicional ancestral para dejarle los mejores augurios en el retorno a su patria. Luego de ese homenaje, marchó durante cinco cuadras hasta la principal plaza de Villazón (la Bolivar) arropado por miles y miles de personas que hicieron del avance todo un desafío.
Allí dio su primer discurso en suelo boliviano a un año del golpe de Estado que lo obligó a un exilio forzado en Argentina. Ante una plaza que desbordaba dijo: “Seguimos haciendo mucha historia, enfrentado problemas; agresiones, la familia boliviana en base a la revolución democrática cultural sigue adelante”. “La derecha boliviana acompañada, dirigida y financiada por la política norteamericana, intentó frenar nuestro proceso de cambio”, denunció.
Sostuvo que “algunos no aceptan que los indígenas podamos gobernar pero también creo que el golpe de Estado fue contra nuestro modelo económico que viene del pueblo”. Y concluyó: “Luchamos con los movimientos sociales para recuperar nuestras empresas y eso no lo acepta el capitalismo y menos el FMI”.
La delegación de CTA Autónoma, ATE y la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales (CLATE) fue invitada a un almuerzo con Evo y Álvaro García Linera en la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación Rural.
Leonardo Vásquez expresó la “alegría de compartir este hecho histórico con nuestro hermano Evo Morales en la inauguración de la sede de docentes rurales. Sentimos una enorme emoción de haber ayudado a Evo y a todos los exiliados en su estancia en la Argentina y que ese esfuerzo se haya coronado con el retorno de la democracia en Bolivia”.
A partir de allí arrancó oficialmente la caravana con destino a la ciudad de Tupiza, departamento de Potosí. Pero debido a tres bloqueos armados a lo largo de la ruta por la oposición al MAS, la caravana se vio obligada, para evitar hechos de violencia, a tomar un camino alternativo. De esta manera, cerca de 800 vehículos, según informó la organización, tomaron el mismo camino de montaña que se usó en la competencia automovilística del Dakar, plagado de curvas y precipicios.
Como el acto en Tupiza debió ser suspendido, este se trasladó a la ciudad vecina de Atocha, con la poderosa presencia de sindicatos mineros. Se realizó un homenaje al secretario ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), Orlando Gutiérrez, quien murió una semana después de la elección del 18 de octubre por golpes recibidos por grupos de ultraderecha, en circunstancias aún no aclaradas.
Posteriormente, la caravana se trasladó a Uyuni, donde a pesar de la frío y la hora, ya pasada la medianoche, una multitud recibió a Evo.
Evo en su casa
La segunda jornada tuvo un episodio especial, con una fuerte carga emotiva. Por varias cuadras Evo Morales atravesó un camino flanqueado por mujeres, hombres y niños con wiphalas, banderas bolivianas, del Movimiento Al Socialismo (MAS), hacían sonar sus zampoñas y pututus. Durante un kilómetro acompañaron al líder indígena hasta ingresar al estadio Dionisio Morales Choque, en honor a su padre.
La masiva presencia de organizaciones sociales, sindicales y políticas de la región de Orinoca, en el extremo oeste del departamento de Oruro, al límite con Chile, bailaron y cantaron al ritmo de la tarqueada expresando una alegría desbordante por la presencia de su hijo pródigo. No es para menos, en Orinoca el MAS obtuvo el 99% de votos en las elecciones del 18 de octubre, cuando Luis Arce fue electo presidente con el 55%.
Durante el acto Morales agradeció el cariño de su pueblo: “Esta es la fuerza del pueblo boliviano. Sigo convencido de que unidos podemos liberarnos, unidos podemos derrotar a los enemigos internos y externos de la gente humilde, de los pobres”.
Rememoró las razones del golpe de noviembre de 2019: “Fue un golpe para saquear nuestros recursos naturales. Ahí otra vez nos hemos organizado y, luego de un año, derrotamos a los golpistas. Muchas gracias hermanas y hermanos, a Oruro, a todas y a todos”, expresó conmovido.
La jornada había arrancado a las 7 de la mañana con una conferencia de prensa en el hotel Castillo de Sal, en el Salar de Uyuni. El simbolismo del lugar se debe a que Bolivia detenta la mayor reserva de litio del mundo y por los intereses transnacionales en el llamado oro blanco. Con énfasis subrayó que “cuando los pueblos nos organizamos, movilizamos y recuperamos nuestros recursos naturales, además de eso nos planteamos como darle valor agregado, porque las trasnacionales no quieren que podamos industrializar”.
Señaló al respecto que “la lucha de la humanidad es siempre por los recursos naturales” e indagó sobre la importancia de gobiernos fuertes y al servicio de los intereses generales y no de las elites: “¿Quién controla los recursos naturales, los pueblos bajo la administración de su Estado o los privados bajo el saqueo de las transnacionales?”, preguntó retóricamente.
Y repudió que “cuando los pueblos son dueños de los recursos naturales, ahí preparan bases militares, intervenciones y hasta golpes militares”. En clara referencia al quiebre constitucional qué él mismo sufrió en noviembre del año pasado.
Luego, el ex presidente fue recibido con algarabía en Río Mulato, Sevaruyo y Orinoca. También, por fuera del protocolo, realizó paradas allí donde pobladores armaban recepciones improvisadas con obsequios, música y con el deseo de saludarlo y abrazarlo.
El exilio de los perseguidos y la solidaridad de los compañeros
Las elecciones del 18 de octubre culminaron con un 55,1 % de los votos a favor del candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), más de 26 puntos por encima de su competidor, Carlos Mesa (28,83%).
“Por la Patria, por los próceres de la independencia, por nuestra Madre Tierra, por los dioses de nuestros ancestros, por nuestras hermanas y hermanos que dieron la vida por la democracia”, afirmó Luis Arce, ex ministro de Economía de Evo Morales, al momento de su asunción como Presidente de Bolivia, el pasado 8 de noviembre.
Su vicepresidente David Choquehuanca, investido previamente en el cargo, fue el encargado de tomarle juramento ante la presencia de los nuevos parlamentarios e invitados especiales del mundo entero.
La delegación argentina que fue testigo del acto en La Paz estuvo encabezada por el presidente Alberto Fernández y varios de sus funcionarios como el canciller Felipe Sola, la ministra Elizabeth Gómez Alcorta, el senador Jorge Taiana, entre otros, además de representantes de organizaciones sociales y sindicales, como el titular de ATE y secretario adjunto de CTA Autónoma, Hugo «Cachorro» Godoy.
El cobijo a Evo y a otros exiliados
Durante su exilio en Buenos Aires, Morales fue acobijado en el día a día por diversas organización, pero muy especialmente por la CTA Autónoma y por ATE, desde cuyas instalaciones compartió la ansiosa espera de los resultados electorales para luego brindar las conferencias de prensa más importantes de su etapa como jefe de campaña del MAS. Allí, en el Hotel Quagliaro, le anunció al mundo que la fórmula Arce-Choquehuanca había triunfado en el retorno democrático de su país. Durante el tiempo de exilio, Andrea Verdecia volvió a sentir el abrazo fraterno que, antes, había sido de violencia de parte de los dictadores.
Estuvo refugiada en Argentina desde el 10 de enero. Vino acompañada por una amiga de su madre, no conocía el país ni a ningún argentino, y se contactó con un grupo de refugiados que había llegado antes que ella. Les prestaron primero una casa, luego ATE les ofreció un hotel, en un gesto que todavía agradece emocionada. “Vivimos ahí, eso nos salvó. Estamos muy agradecidos porque llegamos a Buenos Aires sin nada, y aquí encontramos todo el cariño y la solidaridad”, dice.
Andrea tiene 26 años y es estudiante de Sociología. De los registros de la universidad, está segura, sacaron sus datos personales para la persecución. “Yo tenía un blog en internet. Con el golpe, la página se dedicó a hacer más política, había que denunciar las masacres, el motín policial. Empezaron a hostigarme, ponían barbaridades en las redes, con mi imagen, mis datos. Fueron a mi casa, un hombre se paseaba con un palo por el frente. Al final tumbaron mi página por denuncias que hacían», relata. «Un día, cuando las calles estaban tomadas en La Paz, cuatro paramilitares me secuestraron, en plena calle. Me pedían mi teléfono, porque sabían que yo hacía el blog. Yo lo tenía limpio, porque ya habían empezado las persecuciones a gente que hacía redes sociales. Como no pudieron encontrar nada, intentaron violarme. Grité tan fuerte, que eso me salvó. La policía los dispersó y solo me dijo: ‘déjese de hacer escándalo y vístase’. Yo no tenía todavía un proceso, pero me advertían: tu eres la siguiente”.
Iván Canelas Lizárraga fue parte también de la caravana, tras su tiempo de refugiado en Argentina. «Este capítulo culmina de una manera épica, es el retorno después del golpe, el exilio y la pandemia. Esa trilogía nos ha marcado», analiza.
También él estuvo viviendo en el hotel cedido por ATE, el mismo donde Evo daba sus conferencias de prensa. “Siento que la Argentina se ha convertido en mi segunda patria y que tengo una deuda impagable. Este país me ha acogido y me ha salvado la vida dos veces: del exilio y de la pandemia. Solo me voy un poco triste por los amigos que dejo, pero llevo a la Argentina en mi corazón”.
Iván ahora puede reírse cuando recuerda que le inventaron un cargo especialmente para él: “terrorismo mediático”, un delito que no existe en el código penal boliviano. “Ha sido una decisión muy dura asumir que tenía que salir de Bolivia dejando mi familia, mi casa, la ciudad, todo lo que quiero y con lo que estoy comprometido. Pero lo decidí cuando tuve la certeza de que buscaban encarcelarme, o tal vez algo peor”. “A mis compañeros y a mí nos armaron esa causa por un delito inexistente, empezaron a perseguirnos, corríamos real peligro. Al principio mi idea era quedarme en Bolivia y estar en la clandestinidad, pero no tomaba en cuenta la preocupación de mi familia”, recuerda.
Un nuevo tiempo de esperanza para el continente
“Estoy siendo parte de una delegación muy grande del gobierno y de las organizaciones gremiales y sociales de la Argentina, acompañando la recuperación de la democracia plena, en el hermano Estado Plurinacional de Bolivia. Estamos acompañando a Lucho Arce y a David Choquehuanca que han sido elegidos por la mayoría del pueblo como presidente y vicepresidente, respectivamente, abriendo un nuevo tiempo de esperanza para este país y para toda América latina. Porque como dijo Lucho, hay que reconstituir la UNSAUR y la CELAC: la voluntad de su gobierno pasa por ahí”, enfatizó Hugo ‘Cachorro’ Godoy tras la ceremonia en el palacio presidencial boliviano.
“Por eso estamos felices, porque con esa felicidad acompañamos a Evo Morales y a todas las compañeras y compañeros, como al propio Lucho y a David, que tuvieron que ir al exilio. En nuestro país, como siempre dice Evo, no solo fue nuestro presidente, Alberto Fernández, el que le salvó la vida sino que fue la solidaridad de todo el pueblo argentino. Pusimos nuestro granito de arena los trabajadores y trabajadoras para recuperar la democracia en el Estado Plurinacional de Bolivia y poder avanzar, como también dice Evo, hacia la unidad de nuestros pueblos, con la plurinacionalidad y con un criterio de emancipación y justicia social para nuestras naciones”.